La publicidad en la cultura claustrofílica

Es abrumante ver como hoy en día los medios de comunicación acaparan todo ámbito social y se relacionan directamente con el público, a través de imágenes y mensajes que se basan en ideales de vida, acercándote más a lo sonado y haciéndotela mas fácil, mesclando lo real con lo imaginario. Todo eso hace que la tecnología sea el instrumento más fácil para acceder a ciertos productos y acaparar la mente del consumidor.

Es importante como la publicidad simplifica nuestro mundo trayéndonos al alcance de la mano la felicidad, creando espacios públicos relacionados directamente con las experiencias personales y conectándote con el mundo exterior, traspasando de esta manera las fronteras físicas haciendo posible la interacción con las demás personas.

Otra arma de la publicada es también que se enfoca en la facilidad de creer del ser humano, esto en un factor muy importante para hacer posible lo imposible. Es una necesidad de sentir del ser humano, de tener fe en algo para proyectarse en la vida real. Es así como la publicidad se esmera en hacer de su producto cada vez mejor y generar la confianza necesaria para su consumo masivo.

La publicidad es una puerta de acceso para que uno introduzca el producto a su vida directamente, creando una relación emotiva, estableciendo confianza y descartando así otras posibilidades de marcas. Internet ahora es el medio que existe para poder evaluar que tan conveniente es usar una determinada marca frente a otra y hacer partícipe al público, es así como la publicidad se base en medios alternos digitales como portales, diarios y blogs en los cuales la marca busca invadir y posicionarse en dichos espacios para convertirse en la opción predilecta y poner de su lado a los usuarios.

Por ejemplo vemos como en la primera imagen la publicidad invade de manera sutil el espacio donde se desarrolla el partido, es así como entra en la mente del espectador en un constante juego visual de cámaras. En la segunda imagen vemos como la publicidad te invita a ser parte de la realidad, ofreciéndonos así una experiencia atractiva y real en su famoso televisor 3d.